La propuesta abordó tres líneas de labor: con integrantes de la institución policial; con mujeres en situación de riesgo y con sectores de la juventud.

La primera tuvo por finalidad complementar la capacitación profesional de integrantes de la Policía Nacional Civil de El Salvador, en aspectos contributivos a un mejor desempeño de la función y la formación policial.

Por la segunda línea se propendió a que un grupo de participantes adquirieran herramientas que les permitieran identificar los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres en la sociedad y generar medidas para reducir su impacto en la comunidad a la que pertenecen.

El tercer vector de trabajo buscó incidir positivamente en dos tipos de poblaciones jóvenes: una, en formación académica universitaria y otra, con nivel de escolaridad promedio básico, provenientes en su mayoría de las comunidades caracterizadas por haber presentado más factores de riesgo, violencia y concentración de pandillas.